La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos, había rechazado en Julio de 2010 la solicitud de Andreas Lubitz como piloto, alegando el organismo regulador su “historial de depresión reactiva”, señalando que “tenía prohibido operar un avión si aparecían nuevos síntomas o cambios adversos, o si necesitaba medicación o tratamiento”.
El pasado 24 Marzo, se estrelló en los Alpes franceses el avión “Airbus A320” de la empresa “Germanwings”, con 150 personas que habían abordado el vuelo 4U9525; Andreas Lubitz fue el copiloto responsable de la tragedia; y según el análisis del contenido de una de las “cajas negras” de la aeronave, todo apunta a que lo hizo de forma deliberada.
El copiloto de nacionalidad alemana, durante diez meses, había recibido tratamiento psicoterapéutico que incluía la toma de dos medicamentos para combatir la depresión; el “cipralex” y la “mirtazapina”. Lubitz, tenía para el día en que estrelló el avión, una baja médica, que habría ocultado a sus empleadores; ya en 2009, había interrumpido su formación como piloto en la empresa “Lufthansa”, en ocasión de ser tratado clínicamente por una grave depresión.