Así se expresó el periodista británico Andrew Jennings, que investiga hace más de una década la corrupción en la Federación Internacional de Fútbol.
Por nuestra Redacción | Los documentos cruciales que dispararon los arrestos de ayer, los brindó el periodista Andrew Jennings, su obra “Tarjeta roja. El libro secreto de la FIFA”, documenta la corrupción en la Federación Internacional de Fútbol.
Según sus colegas, Jennings desde hace más de una década sigue los pasos de Blatter, hoy pese a las denuncias y el escándalo, reelecto al frente de la FIFA. El periodista inglés de 71 años, escribe para Sunday Times y la cadena de noticias BBC, y consideran que toda la corrupción en el futbol mundial salió a la luz debido a su trabajo de investigación periodística.
Todo lo denunciado por Andrew Jennings se encauza en la investigación de la Justicia estadounidense. Ayer temprano, agentes de la Policía Cantonal de Zúrich detuvieron a los funcionarios de la FIFA, quienes habían llegado a esta ciudad para participar este viernes en el Congreso de la organización. Su captura fue fruto de una colaboración entre las autoridades judiciales suizas y una Fiscalía de Nueva York que inició las investigaciones en las que están involucradas un total de catorce personas.
Se los acusa de haber aceptado sobornos y comisiones desde principios de los noventa hasta la actualidad a cambio de que ciertas firmas recibieran los derechos de transmisión, publicidad y auspicio de torneos futbolísticos en EEUU, América Latina y el Caribe.
En 2006, el denunciante Jennings, preparó un documental sobre la corrupción en la FIFA, para su programa Panorama de la BBC; y ya entonces revelaba que dentro de la FIFA operaba un mercado negro de venta de entradas a los Mundiales, liderado por el ex vicepresidente de FIFA Jack Warner, por estas horas implicado por la Justicia de EEUU. También investigó la elección de las sedes de los Mundiales de 2018 y 2022, que finalmente fueron adjudicadas a Rusia y Qatar, respectivamente; donde constató que varios directivos de FIFA pidieron coimas para votar por Inglaterra para que pudiera organizar la Copa del Mundo de ese año.