Drogas, fútbol & política

Uno de los principales implicados en la causa Carbón Blanco reconoció que fue testaferro de Julio Grondona. El escándalo narco tiene profundas implicancias que penetran en el ámbito político.

HOY | Uno de los principales acusados de la megacausa de narcotráfico conocida como “Carbón Blanco” decidió prender el ventilador y reconoció que fue “testaferro” del ex titular de la AFA, el fallecido Julio Grondona. La declaración fue realizada por Patricio Daniel Gorosito, un empresario del fútbol -con prisión domiciliaria- que está siendo juzgado en Resistencia (Chaco) por haber participado en la red que traficó más de 1000 kilos de cocaína a España en 2012.

De esta manera, se puso al descubierto lo que el diario Hoy viene denunciando desde hace meses: la causa Carbón Blanco tiene implicancias que penetran profundamente en el mundo de la política. Grondona fue un estrecho aliado del gobierno nacional a través del programa el Fútbol para Todos, que en los últimos años recibieron miles de millones de pesos que salieron del Estado y que se distribuyeron de forma absolutamente discrecional, sin ningún tipo de control. La protección oficial llevó a que tanto el fallecido titular de la AFA, como sus principales socios, tuvieran absoluta impunidad, que se resquebrajó recién cuando hace pocas semanas la Justicia norteamericana decidió avanzar a fondo y pidió la detención de numerosos empresarios y dirigentes de la FIFA, acusados de haber recibido millonarias coimas.  

Las autoridades de la AFIP, conducida por Ricardo Echegaray, cumplieron un rol central para desplegar el manto de impunidad, al punto que recién después de haber estallado el escándalo de la FIFA decidió presentar una demanda penal, por evasión, contra los directivos de la empresa Torneos y Competencias, uno de los cuales –Alejandro Burzaco- se entregó a la Justicia de Italia y otros dos –los hermanos Hugo y Mariano Jinkis- se mantienen prófugos. Entre otros negocios oscuros, el gobierno nacional le pagó 18 millones de dólares a la empresa TyC para quedarse con los derechos televisivos del último mundial.

A los efectos prácticos, la denuncia penal de la AFIP puede actuar como un impedimento para frenar el proceso de extradición de los implicados a Estados Unidos. Eso no es todo: Guillermo Michel, la mano derecha de Echegaray y actual director general de la Aduana, conformó una red de empresas fantasmas y habría utilizado los servicios de una abogada relacionada con Carlos Alberto Salvatore, otro de los implicados en la causa Carbón Blanco, socio de Gorosito.

La confesión

Si bien se negó a declarar, sentado en el banquillo, el empresario del fútbol respondió algunas preguntas del presidente del Tribunal oral federal, Rubén Quiñones: «¿Antes de quedar detenido a qué se dedicaba?», lo indagó el magistrado. «Trabajé para el señor Julio Grondona. Llevaba jugadores a Arsenal», dijo el hombre obeso y calvo antes de informar que haría uso de su derecho de no declarar.

Luego, ante la prensa, Gorosito se explayó. Al término de la audiencia aseguró que era «testaferro y amigo personal de Grondona», el ex presidente de la AFA y ex vice de la FIFA, fallecido en 2014.»El club Real Arroyo Seco era de él. Era de Julio Grondona. Cuando se lo vendí a Rosario Central la plata se la llevó él y yo me quedé con algo», reconoció. También admitió el ex empresario haber participado del contrabando de droga a Europa en bolsas de carbón vegetal: «No medí las consecuencias, ni nada. Me daban un dinero: 40 o 50 mil euros para darle a un tipo allá en Europa. Me di cuenta, quise retirarme. Por la plata fácil le hice mucho daño a la familia», se lamentó.

Tras 12 años en el poder, el kirchnerismo no ha dejado ámbito sin contaminar con la corrupción. El fútbol, como se ve, no es la excepción.

Carrera meteórica

Antes de ser detenido, la figura de Gorosito creció a un ritmo vertiginoso en el mundillo del deporte en parte gracias a su vínculo con Grondona. De la nada, este hombre pudo cumplir el «sueño» de fundar su propio club, Real Arroyo Seco. En 2002, un año antes, había perdido las elecciones en el Athletic Arroyo Seco, cuadro de sus amores.

La creación de Real Arroyo Seco tuvo toda la pompa y significó una inversión millonaria. Había comprado un predio de 21 hectáreas, en el que hizo siete canchas de fútbol profesional, junto a un estadio para 12.000 espectadores sentados en butacas de plástico. El estadio fue edificado por Constructora Deportiva SA, una compañía ligada a Genaro Aversa, el yerno de Grondona que pasó de ser un simple vendedor de flores a convertirse en un empresario millonario. Ese negocio se completaba con un hotel de cuatro estrellas edificado por la constructora de Aversa.

Real Arroyo Seco contó con el DT Oscar Craiyacich, que hizo dupla en la zaga de Rosario Central con Edgardo Bauza, actual entrenador de San Lorenzo. Alcanzó la final del Torneo Argentino A, pero perdió con Gimnasia de Concepción del Uruguay.

Los beneficios de la amistad con Grondona llevaron a Gorosito a pensar en grande. El 4 de octubre de 2006, Patricio firmó un acuerdo con el Barcelona FC. El convenio incluyó acto con el presidente del club catalán, Joan Laporta, quien le entregó la camiseta N° 10, la de Lionel Messi, con la inscripción «Gorosito» en la espalda. La buena relación con la entidad española no quedó ahí: el crack argentino era vecino del club y usó las instalaciones deportivas durante su recuperación de una lesión, en marzo de 2008.

Cuatro años después, Gorosito vendió el club y el predio a Rosario Central por 16,1 millones dólares. La trama narco acá se despliega de manera alarmante. El acercamiento entre Gorosito y el entonces presidente «canalla» Horacio Usandizaga lo habría armado el ex jefe de la policía de Santa Fe, Ricardo Milicic. Cabe recordar que toda la cúpula policial fue descabezada por su connivencia con la narcocriminalidad.

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