A Lousteau, candidato de ECO le faltaron fiscales en varios barrios, en especial en el Sur de la Ciudad.
LPO | Martín Lousteau no pudo completar la plantilla de 8000 fiscales necesarios para cubrir todas las mesas de votación de la Ciudad durante el ballotage porteño en el que enfrentó a Horacio Rodríguez Larreta.
Para cubrir el 100 por ciento de la votación, cada candidato necesita 7300 fiscales para tener un fiscal en cada mesa y otros 700 para tener un fiscal general por escuela.
En el PRO se sorprendieron por la ausencia de fiscales de ECO en varias escuelas, sobre todo en el Sur de la Ciudad.
Pese a que gracias al sistema de boleta única electrónica no hay problemas de falta de boletas, los fiscales son claves para el recuento de los votos que comienza pasadas las 18.
Tras las generales del 5 de julio, Lousteau cruzó llamados con algunos compañeros de la Cámara de Diputados ajenos a la UCR, pidiendo que le prestaran fiscales para el ballotage del domingo.
Con el apoyo del partido centenario, Lousteau alcanzó a cubrir casi todas las mesas de votación en las generales, pero en el ballotage no contó con todo el aparato radical.
Por esta razón, Lousteau tendió puentes en los días previos al ballotage con algunos gremios ligados a Sergio Massa que en las primarias de abril fiscalizaron para Gabriela Michetti y Guillermo Nielsen.
No fue casual la foto con Marco Lavagna, candidato a diputado de Massa en la Capital y José Manuel de la Sota, el último domingo. Dirigentes que participaron de esa caminata aseguraron que el ex ministro se acercó “corriendo” a la caravana del gobernador de Córdoba para conseguir la foto, que enfadó a Elisa Carrió y los radicales.
En este contexto, tal como hace el PRO en los distritos en los que carece de estructura para fiscalizar, Lousteau debió salir a la caza de 500 «voluntarios» que se sumaron a su campaña apenas una semana antes de la segunda vuelta, pero eso no fue suficiente.