Por Rosendo Fraga |
Macri ha comenzado su gestión dando prioridad a la política en sus La distribución del poder interno dentro del Congreso, que se define en los próximos días, pasa a ser una cuestión central. En la provincia de Buenos Aires, la gobernadora Vidal logró una alianza parlamentaria permanente al acordar con Massa el control de las dos Cámaras, que queda en senadores presidida por un radical (Salvador), que es su vicegobernador, y en diputados por un peronista disidente (Sarghini). La ruptura en dos del bloque de senadores del PJ bonaerense completa el control parlamentario del nuevo oficialismo provincial. También Vidal asumió la política de responsabilizar al gobierno precedente por los problemas de hoy, al decir: «me entregaron una provincia quebrada». En el ámbito nacional, Macri tuvo el anticipo de una posible escisión entre Peronismo y Kirchnerismo cuando asistieron a su jura 6 de los 12 gobernadores del FPV, 14 de los 42 senadores y 20 de los 115 diputados nacionales. El PRO logró asegurarse la línea sucesoria con un hombre propio en la Presidencia Provisional del Senado (Pinedo) y otro al frente de Diputados (Monzó). Pero la negociación por el control de las comisiones comienza esta semana con la de Trámite Legislativo que convalida los DNU. El primer decreto de Macri es el que usó para poner bajo la órbita del Ministerio de Comunicaciones al AFSCA y el AFTIC, los organismos autónomos que regulan la aplicación de la ley de medios y las telecomunicaciones. Esta Comisión está integrada por 8 senadores y 8 diputados y será presidida en 2016 por un senador. En la Cámara Alta, el FPV estaría dispuesto a darle a Cambiemos la Presidencia de Relaciones Exteriores, pero buscaría retener dos claves como Asuntos Constitucionales y Presupuesto y Hacienda, que son decisivas. Cambiemos por su parte aceptaría que la decisiva Comisión de Acuerdos -designa jueces y asciende a diplomáticos y militares- quede en manos del hermano del gobernador Urtubey, que la ejerce. En Diputados, donde Cambiemos tiene sólo un tercio de los legisladores, buscaría obtener 17 de las 43 presidencias y entre ellas Asuntos Constitucionales y Presupuesto y Hacienda y Finanzas. En cuanto a desmontar el poder del Kirchnerismo en la Administración, Macri ha tenido logros importantes en los primeros días. Ha conseguido la mayoría en el Directorio del Banco Central, con las renuncias del Presidente, el Vicepresidentes y cuatro directores. Ha renunciado el titular de la UIF -que investiga el lavado- (Sbatella); el Presidente del sistema de Medios Públicos (Bauer) y la Directora del Instituto de Cine (Cardoso): los tres tenían mandato hasta 2018. Hoy asume el nuevo titular de la AFIP (Abad) tras la renuncia de Echegaray que tenía mandato hasta 2017. Los núcleos de resistencia más fuertes que enfrenta están en la Justicia, donde la Procuradora General de la Nación (Gils Carbó) se niega a renunciar y tiene para ello el apoyo del sector kirchnerista de la justicia y las organizaciones de derechos humanos, y el área de comunicaciones, donde los titulares del AFTIC (Brener) y el AFSCA (Sabbatella), con mandato hasta 2018 el primero y 2017 el segundo, se niegan a renunciar. Falta por definir si el Congreso ejercerá la ley por la cual el Director y Subdirector de la AFI (ex Side) requieren acuerdo del Senado y queda por tomar el control de la Comisión Nacional de Valores y la Inspección General de Personas Jurídicas, y también la Presidencia del Consejo de la Magistratura, que propone los nuevos jueces. No es un mal balance para Macri. Otro dato relevante a su favor es que el 9 de diciembre el Senado no sancionó la ley que creaba la empresa estatal de carbón para Santa Cruz y que ese mismo día la justicia declaró inconstitucional el DNU de Cristina extendiendo a todas las provincias la devolución del 15% de la coparticipación, inicialmente otorgada a tres. Pero más allá del balance positivo, hay algunas cuestiones que deben ser corregidas. La relación con el Papa no pasa por un buen momento y el Vaticano rechazó la designación de una figura del PRO que tenía una relación histórica con la Iglesia (Estrada) para ocupar la Secretaría de Culto. En el Tedeum del viernes 11, el Arzobispo de Buenos Aires (Poli), sin crítica ni confrontación, pidió al nuevo gobierno que su prioridad sean los pobres. El mismo Presidente habría advertido que la función del Colón del día de su asunción quedó más como una reunión del mundo del espectáculo que como una celebración de carácter institucional. También habría advertido sobre la falta de referentes del campo social dentro de su gobierno. Se analiza si la organización del gabinete no requiere además del gabinete económico de siete ministerios, otro político que coordine carteras como Interior, Seguridad, Justicia, Defensa y otro de Desarrollo Humano que podría incluir ministerios como Acción Social, Salud y Educación. Pero el desafío inmediato ha sido definido como «Fiestas en Paz» y ello implica coordinar asistencia social y el refuerzo de la seguridad para que no tengan lugar saqueos y hechos de violencia a fin de año como ha sucedido en años anteriores. Pero la designación de integrantes de la Corte por decreto crea un frente de discusión contra el gobierno que puede afectar su legitimidad política, aunque no su legalidad por ahora. En conclusión: pese a la prioridad puesta por Macri a la gestión, comenzó por la política al reunirse con los ex candidatos a Presidente y los 24 gobernadores en sus primeras 48 horas de gobierno; mientras en la provincia de Buenos Aires Vidal ha logrado una coalición parlamentaria permanente, en el Congreso de la Nación Macri parece optar por un modelo de negociación caso por caso; en la remoción del poder remanente del Kirchnerismo en la Administración, Macri está avanzando con celeridad, encontrando la resistencia en la Procuradora, el AFSCA y el AFTIC y se han hecho evidentes roces con el Vaticano; por último, la designación de integrantes de la Corte por decreto abre un frente de conflicto que puede complicar los acuerdos políticos. |