Alfonsín advirtió sobre la “Ley Bases”: “Milei tiene pocas convicciones democráticas”


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Ricardo Alfonsín, criticó duramente las acciones del presidente Milei y cuestionó la postura de la UCR ante un gobierno  que “manifestó muchas veces un escaso aprecio por la división de poderes”.


 

Ricardo Alfonsín.

 

Consultado Ricardo Alfonsín sobre el apoyo al Gobierno en Diputados de buena parte del radicalismo, en el marco de la votación por la Ley Ómnibus, afirmó que los radicales que votaron afirmativamente en la Cámara baja, y los que voten a favor la semana próxima en el Senado de la Nación, “van a ser los primeros en saltar del barco cuando el creciente desencanto y la desesperanza de la sociedad se manifieste”.

 

En diálogo con Noticias Argentinas, Ricardo Alfonsín argumentó que el libertario “manifestó muchas veces un escaso aprecio por la división de poderes”.

 

  •  ¿Qué piensa sobre el objetivo que tiene la Ley de Bases? Según el presidente de la Nación, es un proyecto que va a beneficiar a la clase media.

– Es una ley que no protege la industria ni el trabajo nacional y que establece posibilidades para eliminar o disolver reparticiones del Estado que son muy importantes. Lo que más me preocupa, en este momento, es la reforma laboral porque esta ley no incluye ni una sola norma a favor de los trabajadores. Todas son a favor del capital y, encima, tienen el tupé de pretender que creamos que la indefensión en la que coloca a los trabajadores, los beneficiará y que van a mejorar sus condiciones. Por referencia histórica, no solamente nacional sino en otros países del mundo, ninguna norma que haya flexibilizado, precarizado o establecido condiciones en prejuicio de los trabajadores ha tenido como resultado la creación de empleo, sino todo lo contrario. Y en los países donde efectivamente se ha creado empleo, fue empleo de una calidad infinitamente inferior a la que existía antes de la sanción de esas normas.

  •  ¿Qué piensa sobre los miembros de la UCR que votaron a favor en la Cámara de Diputados?

– Yo tengo una opinión muy crítica sobre la votación del bloque. Milei es un hombre que varias veces ha manifestado su escaso aprecio por los valores que son fundamentales para la democracia, como el respeto al que piensa diferente, la capacidad de diálogo, la construcción de acuerdos entre distintas fuerzas políticas y el respeto a las instituciones y este DNU es la demostración manifiesta de todo eso, más allá de lo que él diga. Y justamente por eso, no encuentro una sola razón que pueda explicar el sentido del voto de la Unión Cívica Radical. Esperemos que la fracción que está en contra de esta Ley sea mayoritaria y que no baje los brazos. Habrá que ver lo que pasa en el Senado, aunque no me hago muchas ilusiones.

  •  Por lo que dijeron, los senadores radicales van a volver a votar en contra…

– En el radicalismo hay dos sectores: uno es el que insiste en un acuerdo con el PRO, que quiere recomponer la relación y una vez recompuesta hasta tienen la ilusión de poder acercarse a La Libertad Avanza (LLA) y, por otro lado, está el sector que lidera el presidente del partido Martín Lousteau, seguido por Facundo Manes, que plantea la necesidad de rever el camino recorrido desde el año 2015 hasta la fecha. Sin embargo, la mayoría de los diputados de ambos sectores, en la Cámara de Diputados, votaron igual, apoyando la ley o absteniéndose, que en el fondo favoreció la posibilidad de que el proyecto obtuviese la media sanción. Esperemos que la posición en el Senado sea distinta. Me acuerdo que en el DNU hubo un voto en contra, que fue el de Lousteau, junto con el de la senadora (Edith) Terenzi y una abstención. El resto de la UCR lo aprobó. Quizá el voto radical no acompañe a esta ley en el Senado, pero, insisto: no me hago ilusiones.

  •  En el caso de que, la semana próxima, la mayoría de los miembros de la UCR voten a favor de la Ley de Bases, ¿Qué va suceder en el espacio puertas adentro?

– A mí me preocupa el radicalismo, pero no por el radicalismo en sí mismo, sino por ser una herramienta que debe cumplir con una tarea importante como es la lucha en la construcción de sociedades más justas, más igualitarias y democráticas. Hoy, el partido está en una situación muy compleja y difícil en la que se colocó él mismo, nadie lo metió a la fuerza. La UCR es despreciada por la derecha, por LLA, por el presidente del pro y ex presidente de la república, Mauricio Macri, y no muy apreciada por los sectores progresistas, aunque creo que eso se puede recomponer o revertir. Habrá que ver qué sucede entre los que pretenden insistir en que la UCR sea una expresión de la derecha en la Argentina y los que pretenden reencontrarse con la identidad del partido, es decir, con el conjunto de ideas que nos obligan a luchar por la clase media, por los sectores del trabajo, de los jubilados, por la salud y la educación pública.

  •  ¿Y qué pasa si finalmente la UCR se (re)vincula con el PRO y, posteriormente, se consigue meter dentro de LLA?

– Si pasa eso, el partido se extinguirá. Porque si la sociedad argentina confía en las recetas neoliberales o de derecha, que son respetables, pero no son aquellas en las que creemos, van a elegir a la fuerza original que son el PRO o LLA. Al mismo tiempo, muchos tendremos que tomar una decisión que es muy dolorosa, pero que es la única que nos queda y es estar por fuera del partido, paradójicamente, para defender las ideas de la UCR. Vamos a ver qué hacen estos radicales que están tan convencidos de que hay que darle herramientas al presidente. Hay que ver qué dicen cuando empiecen a manifestarse el desencanto y la desesperanza en la sociedad. Van a ser los primeros en saltar del barco y desdecirse de lo que dijeron.

  •  Uno de los puntos de la Ley de Bases más cuestionados por la oposición es la delegación de facultades. ¿Cree que eso será algo beneficioso o perjudicial para la Nación en el caso de suceda definitivamente?

– Es una imprudencia que se le deleguen facultades a Milei por las pocas convicciones democráticas que tiene este señor. Seguramente, va a tomar decisiones que no tiene nada que ver con lo que el radicalismo históricamente ha pensado como algo beneficioso para este país. Según los filósofos, intelectuales y economistas con los que se formó, la democracia es un peligro para la economía capitalista. Para él, la economía debe ser aislada y despolitizada de la democracia y eso es muy malo.

 

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